martes, 20 de mayo de 2014

6 1 i 5 i 2 i 8


Me siento cansado, no sé qué hacer.

Son las 3 de la mañana, no puedo dormir, ellos no me dejan.
Las imágenes en mi mente, lo que veo y lo que escucho, nada es real, pero podría serlo. Debo concentrarme, debo permanecer en la realidad, pero ¿Qué es real?
Escucho pasos, veo sombras de reojo. Se enciende la bomba del agua, hay una luz que parpadea fuera de mi ventana. Estoy en mi habitación, el segundo piso de mi casa, trato de escribir para distraerme, pero no puedo. Recostado en mi cama, con una sabana que me cubre el cuerpo hasta los hombros, pero dejo los brazos libres para poder escribir, por el momento solo escucho el dulce sonido de las teclas mientras escribo lo que sucede.
Escucho un golpe sordo, viene de mi armario. No es real. Escucho como me llaman las voces, como hablan fuera de mi ventana, a través de mi espejo. Observo mi teléfono, tengo la foto de mi novia como fondo de pantalla y su cara me asusta, veo ojeras donde no debería de haber, veo una sonrisa macabra y una piel deforme, todo en un destello.
Son las 3 de la mañana y no puedo dormir. Sigo escribiendo y me desespero, tengo ganas de orinar, pero lo hago en mi ropa interior para no tener que levantarme al baño. El miedo me tiene paralizado, no quiero apagar la luz, pero a veces lo hago. Mi mente me juega bromas, destellos que me muestran otra realidad, inclusive muchas al mismo tiempo, pero eso es demasiado para mis ojos.
La joven no deja de mirarme, está al pie de mi cama y no quiere irse, es hermosa. Piel blanca, ojos verdes y rubia, me visita todas las noches desde que nos conocimos en aquel sueño. Pero está triste y no sé por qué. Tengo espasmos en las manos, no pude escribir por unos segundos, me molesta mucho que eso suceda. Les mentí, ahora su cara está deformada y está sonriendo, pero yo la vi de otra forma, ya no. Trago saliva, espero.
Veo lineas de colores pasearse por la habitación, no me reconfortan, me ciegan. Siento como todo pierde sentido, pero lo tiene. ¿Cuando se apagó la bomba de agua? ¿Cuando entró esa polilla a mi cuarto? Es una polilla, la miro y sigue ahí. No quiero que salga volando, lo imagino y me asusta. La polilla está en la cortina de mi ventana, se mueve junto con ella y el viento, pero no escucho el viento, pero me dice cosas. Escucho como habla el silencio y como calla el sonido. Debo seguir escribiendo, me duele la espalda, quiero pararme, pero no me dejan, no tengo el permiso.
Ahora hay personas en la habitación, están hablando entre ellas, me miran y después hablan en secreto. Algunos me apuntan, algunos se ríen. También hay cuerpos, tirados por la habitación, diferentes muertes: Apuñalados, asfixiados, cáncer, despedazados, rotos, suicidios de todas formas. Pero todos ellos son copias, copias de mi. No pienso mucho en la muerte, pero la muerte ha de pensar mucho en mi.
Ahora tengo a alguien frente a mi, su cara cubre la pantalla de la computadora, no sé si estoy escribiendo de forma correcta, pero la observo. Es una anciana, me mira fijamente, no sonríe, pero puedo ver sus ojos oscuros. Tengo escalofríos, debo dejar de escribir, no quiero, debo, no, no, tal vez, no puedo, concéntrate.
Devuélvelos a donde pertenecen, recuerda quien eres, recuerda que tus historias son parte de ti, pero tu no eres parte de tus historias, no te reflejes en ellas. Deja de poner parte de ti en ellas, pero lo estoy haciendo. Hablar en 3ra persona no funcionará, no puedes escapar de mi, de ti. Debo dormir, debo anular los pensamientos. Debo anular las historias. Encerrarlas y jamás sacarlas a la luz, ellas se llevan parte de mi. Parte importante de mi, no puedo dejar que eso suceda. ¿Quien era el? Escucho la sirena de una ambulancia, recuerdo todo eso. El incidente, el choque, la muerte y mi regreso. Pero algo volvió conmigo. Cállate. 
Recuerda quien eres, recuerda. No. El miedo no es tuyo, es de el, tu nunca le temiste a estar solo, el si. Silencio. Sigue escribiendo, estás provocando su salida. No, solo lo haces enojar, quiere silenciarte, tomar el control. No, solo quiere estar a salvo, solo quiere sentirse protegido y jamás solo, solo no, nunca solo. Te engaña, sigues viendo figuras de reojo, manos. Tratan de alcanzarte, pero no pueden, no pueden hacerte daño, son solo ilusiones. Ilusiones, pero les temes ¿Por qué? Son el reflejo de algo, estoy recuperando el control. La luz sigue encendida, ahora escuchas ladridos. No los escucho, tu los escuchas. Basta. Por eso no duermes. Nunca me ha gustado. A veces lo logras, a veces no. Hoy no duermes, hoy solo escribes. Tengo miedo, quiero dormir, quiero descansar, que todo sea como antes. Los pensamientos se detienen, recuerda cómo. Tengo calor, la sábana está muy caliente, tus manos se sienten irreales, ahora solo escriben, no siguen mis ordenes, solo mis pensamientos, lo escriben todo, no dejan nada por alto. Son perfectas, perfectas musas o perfectos escribanos, no puedo parar. El infierno sería mucho más cómodo, pero no creo en el, estoy en el. Estamos.
Mis manos están cansadas, escribieron garabatos durante una hora, letras completamente al azar, tenían poco sentido, había mensajes a veces, lineas con códigos, pero eran difíciles. Alcancé a descifrar algunos: Vuelve, te extraño. No quiero volver, eso fue alguna vez, pero no ahora. Tengo miedo de que todo vuelva a ser normal, todo es aburrido.

La claridad volvió, el se fue, pero volverá, espero que vuelva... Son las 3 de la mañana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario